Era hermosa la mar de plata encenefada
que besaba en murmullos la arena fría en la noche,
el halo de la luna sobre los negros picos
de la isla cercana, más allá del sendero
argénteo de sus rayos sobre el agua ya oscura,
la luna reflejada en tus ojos canela,
en tu cabello crespo, en tu piel como arena
que se escurría lenta entre mis dedos ávidos.
A lo lejos se oía la música de un bar
mientras yo deslizaba mis anhelos
bajo la seda húmeda de un tanga,
ebrio bajo la luz de las estrellas,
y tú reías con calma, mansamente,
como diosa pagana a quien yo le ofrecía
si no mi corazón de vagabundo
sí la canción profunda del deseo. Tus manos
en mi barba, livianas como plumas,
como copos de nieve lentamente cayendo
al gris desfiladero de calles desalmadas
de una ciudad del norte, calidez
de tus dedos de ninfa sin complejos,
la flor entre tus piernas humedecida y dulce
que empecé a recorrer como una ola
demorada de plata y de susurros
con mi lengua curtida de improperios.
Olías a mar nocturno, a imperio de algas,
a hembra inmemorial, mas tan cercana,
abriéndote al placer como una esponja
con tu mano en mi miembro encabritado.
Nos besamos como la noche al día,
en un lento crepúsculo de labios confundidos,
tu juventud de fuego, mi juventud de escarcha
en caminos de otoño, tu juventud de estío
y mi senda de octubre con violines de niebla,
y el tiempo se detuvo en un arpegio
bajo la incierta plata de la luna. Las olas
susurrantes de fondo, escalofrío
de una pasión si nombre entre las dunas,
las ropas confundidas en la arena, la brisa
impúdica soplando desde la sierra negra,
el calor de tu cuerpo perfecto, estremecido,
tus pechos como frutas anhelantes,
la orquídea de tu sexo penetrado hasta el fondo,
los gemidos, la boca muy abierta,
el marfil de tus dientes como mínimas lunas,
el bosque de tu pelo derramado en cascada
sobre un mundo olvidado como una tumba de aire;
luna de Lanzarote, ya lejana
que hoy evoco desde un lecho de muerte.
Amor mío: nunca supe tu nombre.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarInteresante tu "Luna de Lanzarote",vale la pena leerlo,tiene cierto contenido que rememora mi libro aun sin editar "Silerai" amor Quijostezco?Brujeria,Devarios? historias de un hombre cuarenton enamorado de una joven..imposible de conseguir aun con brujeria.
ResponderEliminarYa que el libre albedrio es algo que el Ser humano no puede sobrepasar